Una caracterización del sector ”organizaciones de discapacidad” en Río Negro

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Las Organizaciones Civiles de Discapacidad de Río Negro son, en gran medida, la "primera línea" de abordaje -en términos de acción y relación- de la temática y la población con discapacidad de nuestra provincia. En este artículo ponemos a consideración del lector una mirada de la situación actual de este importante y numeroso grupo de organizaciones rionegrinas.
3 de diciembre de 2023
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David F. Müller

Las Organizaciones Civiles de Discapacidad de Río Negro son, en su totalidad, y a diferencia de organizaciones dedicadas a otras áreas o temas de desempeño, instituciones independientes y no una parte orgánica de estructuras mayores, como podrían ser una universidad o una empresa.

Por otra parte, se trata de organizaciones que no representan a un colectivo más amplio, como podría ser un sindicato o un club. Su valor viene dado por lo que hacen, no por a quienes representan. Estrictamente hablando, no están autorizadas para hablar en representación de otros sujetos (individuales y colectivos), sino de la propia institución.

En relación al trayecto institucional, las primeras organizaciones nacieron como agrupaciones de padres y amigos de personas con discapacidad, que se organizaron inicialmente en asociaciones de hecho y que, paulatinamente, fueron adquiriendo mayores grados de formalidad, encontrándolas en nuestros días, en mayor o menor medida, con importantes niveles de organización, profesionalización y tecnificación.

A partir de ello, las organizaciones civiles dedicadas a la discapacidad, encuentran hoy día un fuerte reconocimiento por parte del Estado, ya no solo como fiscalizador de su condición de personas jurídicas, sino además en dos aspectos específicos:

  • Ejecución conjunta de políticas públicas sectoriales.
  • Prestación de servicios directos a la población con discapacidad.

Ello obedece a que se observa en el sector “organizaciones de discapacidad”, una serie de ventajas que las presenta como aliado necesario para la gestión gubernamental. Estas características ventajosas son:

  • Alta especialización en la temática.
  • Experiencia.
  • Presencia territorial.
  • Contacto directo con la población objetivo.

Este reconocimiento, y el rol protagónico de las organizaciones en el ámbito de nuestra temática específica, muestra como contradictoria la clásica caracterización del sector, que históricamente las ha considerado con un carácter residual, inscribiéndolas en un denominado "tercer sector" (extremadamente diverso), o utilizando categorías de connotación negativa: NO gubernamentales, NO lucrativas, etc.

Situación actual.

Sin perjuicio de lo expresado precedentemente, ha surgido invariablemente en  entrevistas realizadas por Fundación Nexos  a los dirigentes de las organizaciones relevadas, la referencia a un escenario difícil y complejo para las organizaciones del sector, y a una serie de problemas estructurales que vienen afrontando en los últimos años.

Con un exclusivo fin enumerativo, consignamos a continuación algunos de los problemas más mencionados en las entrevistas:

  • Inestabilidad económica y financiera. Dificultades para el autosustento.
  • Vulnerabilidad ante emergentes externos (por ejemplo económicos, políticos, laborales, etc.)
  • Falta de renovación del sector dirigencial, lo que provoca un “cansancio”de los dirigentes y a la vez un “temor” por no vislumbrarse sucesión en la conducción de las instituciones.
  • Posición desventajosa del sector, en relación a los otros dos sectores sociales (Estado y mercado). Escasa capacidad de negociación en ese ámbito.
  • Complejización de la gestión y la administración institucional.
  • Conflictividad en el plano de las relaciones laborales que se generan a partir de la creciente profesionalización de las actividades, servicios y prestaciones.

Esta enumeración describe, en mayor o menor medida, la situación de la gran mayoría de las organizaciones civiles relevadas, sin perjuicio de algunas particularidades más específicas que pueden observarse en el plano individual.

Sumado a ello, y tomando como base los datos analizados, las opiniones vertidas por los dirigentes y la lectura del contexto general imperante en los ámbitos nacional y provincial relacionados con la discapacidad, es dable mencionar algunas situaciones que pueden incidir sobre los problemas antes enunciados:

  • Se observa un muy escaso trabajo en red, en forma asociada o articulada. En general, las organizaciones se desenvuelven en forma individual, salvo excepciones generalmente vinculadas al abordaje de casos particulares.
    No existen en Río Negro espacios formales asociativos de segundo o tercer grado (por ejemplo, federaciones)
  • Se ha registrado un significativo número de organizaciones “desaparecidas”, si se comparan los registros estatales de hace 20 años, con la presencia de organizaciones detectadas en el relevamiento. Se detectaron antecedentes de al menos 17 organizaciones que funcionaron en nuestra provincia y que no se encuentran funcionando, no tienen integrados sus órganos de gobierno, y se encuentran en situación irregular frente a la Inspección General de Personas Jurídicas.
  • Se observa en todos los actores involucrados en la temática (públicos y privados), una pugna aún no resuelta entre los anteriores modelos de abordaje de la discapacidad, y el modelo vigente, emergente de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
  • Se observa un muy bajo interés y una escasísima participación, en el uso de los espacios de representación con que cuenta el sector en los organismos nacionales y provinciales rectores en la materia.
  • No se observa una real y efectiva participación del sector civil, en el sistema de políticas públicas en la materia. Persiste aún el modelo de subordinación en las formas de gestión gubernamental, a pesar de que la legislación específica sobre discapacidad (nacional y provincial), plantea escenarios de representación democrática participativa.

Esta situación planteada produce, invariablemente, un escenario difícil para el sector, adquiriendo ello una especie de “cronicidad”, puesto que no se vislumbran en el futuro cercano modificaciones en las conductas y posiciones institucionales, que motoricen un cambio favorable para el sector.

Para citar un ejemplo, el Consejo Federal de Discapacidad dispone de 34 espacios de representación para las provincias de nuestro país. 24 de ellos son para las áreas gubernamentales provinciales, y 10 de estos espacios son para organizaciones civiles.

Siendo este Consejo Federal una mesa de representación, en donde se deciden políticas estructurales, asignación de recursos, prioridades y planes que afectan al conjunto, la dispar representación antes enunciada, habla por sí misma de la desventajosa situación del sector.

No es objeto de este trabajo, analizar en profundidad esta situación, pero es evidente que, de no plantearse otro tipo de participación e involucramiento en el plano colectivo, difícilmente puedan revertirse las condiciones desfavorables que las organizaciones vienen transitando.

Por último, corresponde señalar que, al momento de analizar el actual estado de cosas, resulta imposible soslayar la situación social, económica y política de los últimos tiempos, que ha colocado a gran parte de  los estamentos sociales en un estado de vulnerabilidad y emergencia, al que no escapa el conjunto de las organizaciones de discapacidad.

Sin embargo, a los efectos de este trabajo, se analiza la situación actual del sector sobre la base de aspectos estructurales, que se manifiestan recurrentemente desde hace un tiempo más o menos considerable, y no de la situación coyuntural antes enunciada.

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