El presidente de la Fundación Nexos entrevistando a Mónica Amado

Mónica Amado: “Estamos tratando de repensar la relación educación y discapacidad”

En el marco de la semana de la “educación especial” estuvimos con Mónica Amado, directora de “Educación Inclusiva, Orientación Técnica y Educación Especial” de la provincia de Rio Negro, quien nos comentó el proceso de cambio que se está llevando a cabo en la relación entre educación y discapacidad.

– ¿Qué cambios viene a traer este nuevo modelo de “educación inclusiva” con relación al anterior modelo “educación especial” y qué planificación se esta haciendo?

– Entendemos que el proyecto de gestión que logramos concretar al inicio de la gestión actual refleja un poco el cambio que venimos transitando hace años. Nosotros anteriormente teníamos una dirección de educación especial y una dirección de asistencia técnica. Alrededor del 2014 se unió en una sola dirección que se llamó de inclusión educativa y avanzamos en ir configurando, de alguna manera, un solo objetivo. 

Los procesos se fueron construyendo en estos últimos años. Hoy lo que nosotros estamos proponiendo es una educación especial que propicie apoyos a la educación inclusiva. y líneas teóricas o conceptuales y de acción que tiendan a una educación inclusiva que atraviese, de alguna manera, las líneas de acciones de las direcciones del ministerio. 

Lo que queremos es romper con una lógica que tradicionalmente habíamos heredado de ese modelo de escuela moderna donde el dispositivo técnico y especial se separaba como un dispositivo pensado para tratamiento de la anormalidad. Y poder incorporarlo en una mirada más integral, en un paradigma más ecológico donde en una misma dirección se complejiza la mirada y se pueda trabajar la discapacidad desde el modelo social que ya no ubica la discapacidad en la persona sino en la relación persona-entorno. A esto que lo decimos hace años al nivel discursivo y está instalado, nosotros lo que queremos es traducirlo en prácticas concretas promover estos cambios que son fundamentalmente culturales y políticos y con decisiones políticas esa es nuestra intencionalidad político-pedagógica como dirección de educación inclusiva. 

– A partir de lo que estas diciendo, ¿qué planificación se está llevando a cabo? ¿Cómo se va desarrollando este nuevo modelo? 

– En principio, resignificar la discapacidad como modelo social, lo cual implica volver a pensar la relación entre educación y discapacidad. Y promover este cambio en la escuela especial. 

Nosotros hasta el momento teníamos un modelo de intervención muy pensado en el adentro y el afuera de la escuela especial. Eso es lo que queremos modificar. Somos configuraciones de apoyo para que la educación de las personas con discapacidad se realice de la mejor manera posible, siempre atravesados por el principio de inclusión educativa, donde la escuela de educación especial es un punto más de la configuración de apoyo pero no la organización social que atiende a las personas con discapacidad Promueve permanentemente su inclusión en escuelas de nivel y son una parte más de los apoyos que puede necesitar la persona para desplegar su trayectoria educativa y de vida. 

– ¿Qué procesos tienen actualmente las escuelas especiales frente a este nuevo modelo?

– Es un proceso que  ya se viene dando, son cambios graduales. Nosotros lo que estamos haciendo es profundizar esos cambios, que ya vienen definido, por la ley de educación nacional, que habla de ese principio de inclusión educativa, que atraviesa todos los niveles y modalidades. Viene promovido por la convención internacional de los derechos de las personas con discapacidad. A nivel legal tenemos todo escrito, lo que está faltando es seguir promoviendo a nivel cultural estos cambios y darle a las organizaciones escolares la forma que se necesita para que los recorridos de las personas con discapacidad por los distintos lugares del sistema educativo, se puedan realizar sin que se topen con barreras normativa, pedagógicas y didácticas, fundamentalmente. Eso es nuestro trabajo. Por eso que para nuestra reorganización interna como dirección, nos hemos propuesto  pensar que la asistencia técnica que prestaban los ETAP (equipos técnicos de apoyo pedagógico). tiene que ser resignificada como orientación educativa. Son un equipo de profesionales que trabajan por la educación inclusiva en todos sus aspectos, exista o no exista discapacidad. 

 En las escuelas especiales localizamos los recursos profesionales que están capacitados o     titulados para la atención de las distintas discapacidades. Allí, localizados los recursos se brindan los apoyos para que las personas transiten por los distintos niveles educativos (nivel inicial, primario y secundario). Para esto las escuelas se tienen que abrir con sus equipos y tienen que trabajar codo a codo con los equipos docentes de los niveles educativos.

– ¿Cuál es su visión o posición desde su función como directora frente a este modelo?

– Hay que afrontar muchos desafíos, principalmente,  promover una cultura de colaboración, de dialogo permanente y pensar que muchos dispositivos técnicos estaban pensados desde otra pedagogía, donde el saber técnico se ponía o dominaba por encima del saber cotidiano y los proyectos que tienen las familias con sus hijos y las propias personas con discapacidad. Ese saber de dominio pedagógico que ostentaba la educación especial, en su momento, hay que reconfigurarlo y eso implica asumir otras posiciones en lo que eran los equipos de apoyo de inclusión, incorporar a las familias y a las propias personas con discapacidad incorporar la definición del proyecto educativo, Escuchar las distintas voces porque cada una trae un saber de la realidad y en esa configuración tenemos que ir repensando y modificando nuestros modelos de trabajo. Entonces, se hace trabajando, no lo vamos a aprender leyendo un libro, que nos puede iluminar ciertas cosas , pero  se hace desde la práctica y poniéndonos  en situación de conversación, pensando juntos con los equipos territoriales y en ese andar vamos también resignificando, revisando nuestros propios modos de operar. Como nosotros también portamos las barreras que generalmente las vemos afuera, la invitación es revisar las propias barreras  culturales que portamos quienes construimos la realidad social.

– En Río Negro ¿cómo se va dando ese proceso transición, que estas planteando, en relación de la escuela especial y la escuela común? 

– En comparación con otras provincias por las reuniones que hacemos a nivel federal, vemos que en Río Negro en materia legal tenemos una base legislativa y los intentos de configurar este modelo dialógico viene de hace mucho tiempo. Lo que se tarda en procesar y concretar es en plasmar en prácticas efectivas  en esa que llamamos escuela inclusiva.

El día que la escuela se deje de preguntar qué tiene ese chico y en función de ese diagnóstico, lo recibimos o no. O estamos pidiendo el maestro de apoyo  antes de conocer al chico. Ese día estaremos ya instalando ese modelo de escuela inclusiva.

Hasta ahora, todavía, sigue teniendo peso el diagnóstico de la persona, el recurso que precisa para… Y en realidad  estamos poniendo en cuestión esos modos de evaluarla necesidad educativa que presente la persona, porque nuestra mirada va a revisitar la cultura institucional, el modo que miramos y nos disponemos a recibir a los niños, el modo en que enseñamos. 

Cuando muchas veces nuestras didácticas dejan por fuera a otros niños que necesitan otros recursos para aprender y no son, necesariamente, discapacidades la que se portan.

– Hablando de capacidades didácticas, ¿qué capacitación o formación están llevando a cabo con los docentes?

– Por una parte, si bien los diseños de formación docente son un aspecto a considerar,  la formación docente es fundamental. Hay cuestiones que se nos escapan en ese punto, porque tenemos muchos docentes egresados de otros lados. Por ejemplo de la provincia de Buenos Aires, Neuquén que a veces tienen otras líneas de trabajo.

La formación profesional permanente de los docentes es un resorte que hace al ministerio y en ese punto nosotros tenemos por insistencia participar y lo estamos haciendo en la agenda ministerial para definir las capacitaciones.

Llevamos un año y medio de gestión y en este año y medio hemos logrado que las propuestas de capacitación que definimos desde la dirección vayan teniendo su lugar. 

No sé si preponderante pero esa es nuestra intención. La oferta esta. En este momento, estamos desarrollando una capacitación con la especialista María José Borsani, que apunta a cómo promover procedimientos para diversificar la currícula de manera que no tengamos que atender las discapacidades específicas con currículas específicas sino cómo modificamos ese diseño cerrado para alguno para que llegue a ser para todos. En su momento, se le llamo adecuaciones curriculares, hoy hablamos deconfiguraciones de apoyo y diversificación curricular, para que la persona no sienta que se le está haciendo a él/ella una planificación específica para poder estar en la escuela.

En ese diseño que es más flexible, más amplio “yo que tengo una discapacidad intelectual o auditiva, estoy contenido en esa totalidad y tengo mi propuesta educativa. Nosotros la denominamos como una formación didáctica-pedagógica más específica.

– En relación al día de la educación especial ¿qué reflexión podrías dejarnos y algo más que nos quieras decir?

Los que estamos promoviendo y transitando estos procesos de cambios, nos comienza  a molestar este significante de especial. Por eso que nosotros estamos tratando de repensar esta relación educación y discapacidad.

El significante educación especial todavía sigue vinculado a un modelo tradicional de dispositivo pedagógico, que atendían a personas con discapacidad en espacios que, hoy decimos, segregados, eso estamos promoviendo como cambio.

La educación especial es muy rica en tradiciones y muchas de sus tradiciones deben ser renovadas, actualizadas y recuperadas desde una lectura más de nuestra época. Es decir recuperar aquello  que permitió dignificar la condición de aprendiente y de ciudadano de las personas con discapacidad.

La educación especial ha hecho mucho también para que se visibilicen las personas con discapacidad en nuestra sociedad.

Lo que nos queda por revisar son los formatos o las formas concretas que han tomado en la sociedad para darle continuidad a esta función educativa y pedagógica, en ese punto donde nosotros decimos  que tenemos que transformar los perfiles de intervención profesional, hacer que los docentes de las escuelas de educación especial  puedan visualizarse como docentes del sistema educativo, hacer que los proyectos  pedagógicos que buscan un desarrollo integral de las personas con discapacidad, que también tengan otros actores de la sociedad, que no solo quede cerrado a una visión del educador de la educación especial. Y esa sería nuestra apuesta, nuestra educación especial necesita recuperar y valorar sus tradiciones pedagógicas, pero también hay aggionarse con los requerimientos época, que invitan a abrir las trayectorias, los recorridos de las personas  por el sistema educativo y a aspirar a llegar al mayor nivel educativo posible, encontrándose con los apoyos necesarios para ello. 
La educación especial la visualizamos como un apoyo fundamental de la educación.

– Te agradecemos por la entrevista.

– Gracias a ustedes. No estoy sola en esto sino represento a todo un equipo.

Agradecemos a Mónica su participación en este tipo de encuentros. Y los invitamos a repensar nuestras prácticas cotidianas y discursivas con respecto al término “educación especial”.